Un merecido descanso [Ilena M.]

Un día más, un día menos y yo seguía con mi presiosa existencia como abogado en este mundo tan aburrido.
Estaba pensando en lo patetico que puede llegar a ser la existencia de los demás y de lo feliz que me harían a mi, mucho muy feliz con el simple hecho de verlos sufrir.

Me daba cuenta de que aun siendo abogado, podía hacer mis ligeras y pequeñas maldades con los humanos, incluso con los malditos angeles hacedores de la paz.

Llegue a los compartimientos, no me fije a donde me metía ya que lo único que buscaba era poder descansar tranquilamente después de defender a un tipo acusado de robo y extorsión contra una señora de 59 años, una demanda que me tenía hastiado ya que solo duro 5 meses en los cuales pude haber hecho algo más interesante.

Entro al compartimiento y observo a una chica, me asomo a la puerta y veo pienso que me había equivocado o que onda?, solo la miro y me cruzo de brazos

-Y tú, puedo saber quién eres?...aunque tu rostro se me hace familiar...mmm....Elena...no no no...Ilena-

Le digo alzando una ceja y cruzandome d brazos sin dejar de verla, muy guapa....me preguntaba por qué no la veía..bueno si pero de lejos

El entrenamiento habia concluido temparno y aun faltaba para volver a los departamentos por lo que despues de darme una ducha reconfortante decidi pasar por el compartimiento para descansar un poco y tomar algo, al fin y al cabo estar ahi era casi como estar en el departamento, con la diferencia de que a estas horas alli estaria sola, Nathalie volvia siempre mas tarde. Por lo general no me importaba pasar tiempo sola, era una mujer reservada y esas cosas no me afectaban pero el dia de hoy, despues de la aparicion de mi unica amiga de la infancia necesitaba despejarme, hacer algo distinto. Muchas cosas se habian removido dentro de mi y ay no sabia como actuar frente a algunas personas.
No era debil, no era sentimentalista... pero algo muy pequeño habia cambiado, sabia que la hechaba de menos, pero no me imaginaba cuanto.

Camine lentamente hasta llegar a la puerta, no esperaba encontrarme a nadie al entrar, y asi fue. Pero mi paz y tranquilidad duro poco ya que unos minutos mas tarde entro un hombre con cara de sorprendido, era otro demonio como yo. Por lo poco que sabia de el era que eramos parecidos en siertos aspectos, claro... ambos veniamos del lado oscuro.
Lo mire frunciendo el ceño, no podia ser que no me conociera ya que no habia demasiados demonios por aqui, ademas de que estabamos en el mismo ejercito y aunque casi no habiamos hablado nunca, un par de veces nos habiamos visto. -Si soy ILENA- dije con enfasis en el nombre para que no volviera a equivocarse -y tu eres Luzhkov. Que haces por aqui? -pregunte. Solo dije su nombre ya que estaba segura de que el era el.

Bueno, había descubierto que me había equivocado de departamento lo cuál no me extraño viniendo de alguién que lo único que quería era relajar sus musculos después de tanta tención en la corte.
Tener que soportar a los abogados de la otra compañía, a los Bashee era estresante....me caían mal.

Alzo mi ceja izquierda al ver que me reconocía, lo que me hace sonreir ya que por lo que veo mi nombre se esta volviendo famoso...siendo el único demonio de este lugar y abogado era lógico quiero creer que me conocieran.

-Ilena...ok me lo aprendere...comprenderas que hay demasiada gente por aquí y yo suelo tratar con demasiada gente...perdón por confundirte-

Creo que estaba siendo demasiado amable con alguién que es de mi especie, lo cual podía notar en su mirada, su simple presencia me lo confimarban.

-Veo que me conoces...me alegro y qué hago aquí?...me perdí en el camino de la vida mientras trataba de no caerme en el suelo y golpearme...y creo que me equivoque de departamento...que estres conmigo..lo siento-

Le digo dando un suspiro y luego extendiendole mi mano

-Pero deja que me presente...soy Dmitry Luzhkov, pero todo mundo me dice Luzhkov y lo prefiero asi...a ti como puedo llamarte?-

Observe cada movimiento que hizo desde que volvió a entrar hasta que se sento en uno de los sillones, su sonrisa me sorprendió ya que no veía que podía ser lo gracioso del encuentro, además de que el estaba en un lugar que no le incumbía demasiado, este era el sector para los soldados y demás pertenecientes a la fuerza, no para un abogado.
Le hice una mirada de desprecio cuando hablo –no hace falta que lo repitas tantas veces para aprenderlo, no es muy complicado además de que es raro que nos encontremos como para que necesites usarlo. Hay demasiada gente, pero no todo el mundo se confunde tanto –no me importaba demasiado que no supiera bien mi nombre, tampoco era que me habia llamado Maria como para que me molestara, pero mi actitud siempre era tan a la defensiva que no podía controlarlo.
Eres el abogado de la Fuerza, todos debemos conocerte, a pesar de que no necesitemos de tus servicios abogado –le dije y asi era. Habia un listado con los nombres y cargos de todos los usuarios de la Fuerza y como buena soldado conocía a todos ellos. –porque te disculpas tanto? Acaso eres un demonio fracasado? –me irritaba que la gente se disculpara por cosas que no hacia, o por lo menos que no eran de gravedad –creo que te equivocaste y mucho, pero ya que estas aquí puedes quedarte si gustas, yo no muerdo –fue la primera cosa graciosa y serena que dije en todo el rato que hacia que estábamos juntos, extraño pero verdadero.
Me puse de pie y me acerque a el para extrecharle la mano, eso no se le niega a nadie y menos si eramos de la misma raza y vivíamos en el mismo lugar. –ok Luzhkov desde ahora te llamare asi, yo soy la soldado Ilena Manning, y me va igual como me llames ya que dentro de la base soy solo Manning y fuera de ahí… pocos me conocen –no solia salir mucho por lo que poca gente conocía mi nombre de pila.