Cazatalentos (Ilena)

La noche habia llegado en la base y me tocaba dia libre desde las veintitres horas. No solia salir demasiado ya que al no tener mucha relacion con el mundo exterior no frecuentaba lugares ni a personas. Mi personalidad era bastante especial como para estar rodeada de tantas personas y en la base a pesar de ser una buena compañera y colega no tenia mas estrechez que la necesaria, por ende no tenia demasiados amigos y como era obvio mas que eso no podia esperar.
Me habian insistido de todos modos en que fuera al casino a tomar una copa con ellos, hacia buen tiempo y el grupo que estaba libre era bastanate numeroso. Claro que todos irian de incognito por lo que me pidieron que me vistira acorde. Si... como no... como si yo tuviera demasiada ropa informal sacando la del trabajo.
Como pude me las arregle para conseguir una falda y una blusa. Me puse unas zadalias y una chaqueta oscura. Me habia costado decidirme pero al fin habia accedido con la condicion de que no me molestaran demasiado.

Llegue sola al lugar, estaba, como de costumbre, abarrotado de gente. -Que divertido -dije pensando en voz alta y esbozando una sonrisa sarcastica y poco convincente. Camine lentamente hasta la barra con paso elegante, raro en un soldado.
Me sente en un banquito y mire al barmann -un whisky doble por favor- dije percatandome de la mujer que estaba a mi lado pero sin mirarla demasiado. Era de una belleza curiosa que no me interesaba demasiado. Mire a una mesa en donde jugaban a la ruleta, sin prestar mucha atencion.

La mujer me miro, fue algo rapido y simple pero aun asi me puse a la defensiva. Si algo habia aprendido en mi vida tanto en el orfanato como en las fuerzas era a no confiar ni en mi propia sombra, cualquier gesto de simpatia o rivalidad podian deberse a una redada y yo estaba mas que preparada para no caer en esos juegos.
Volvio a mirarme y esta vez hizo una sonrisa, brindando con migo. Hice lo mejor que podia hacer... seguirle la corriente - a tu salud- le dije mientras alzaba mi copa recien entregada por el barman quien miraba a la mujer que tenia a mi lado como encantado.
No negaba su belleza y no sabia si se conocian de antes, pero una cosa era segura. Si el tipo tenia suerte, seria su noche de gloria porque por la forma en que la miraba parecia que la deboraba... Hombres, siempre los mismos babosos.
Noche interesate no te parece? aunque aun hay poco movimiento - si le seguia la conversacion quizas podia sacar algo mas de esa mujer... todos los datos que alguien pudiera obtener de su compañera de asiento era sumamente esencial para la epoca en la que viviamos, aunque eso sonara un poco patetico o perseguido.
Te gusta el juego? -pregunte sin mas... tratando de entablar una charla.

Al parecer los entrenamientos en todos lados eran similares, o quizás ella simplemente era amable y buena onda. De cualquier manera ese era mi dia libre y no quería pensar en el trabajo. Si, obviamente que si descubria que era enemiga no dudaría en atacarla o defenderme si era necesario, pero hasta el momento solo parecía una mujer tratando de quitarse el aburrimiento que tenia. Dos mujeres solas, aburridas en un mismo lugar… eso traería algo bueno?
Tome un poco mas de mi trago y volvi a observar al barman, si el estuviera haciendo eso con migo ya lo hubiera mandado al congo. Por Dios!, que pesados podían resultar ser los tipos y mas si estaban desesperados como este. Solo sonreí porque al parecer a ella tampoco le agradaba demasiado.
Y si todos están ahí… porque tu estas aquí? Esperas a alguien en especial o te gusta que el barman te hostigue con la mirada? –fue una pregunta con varios matices, por un lado quería saber el motivo por el cual estaba ahí, pero también quería ponerle un poco de humor a la noche. Esperaba que no se lo tomara a mal.
Pregunta respondida antes de tiempo… recuerdos –bueno, este también es mi dia libre. Ser telefonista puede resultar bastante estresante dependiendo del lugar por donde se lo mire –era el primer trabajo que se me había ocurrido y uno bastante simple como para no necesitar dar tantas explicaciones – un viejo amor? –pregunte con respecto a sus recuerdos. Ya no me parecía tan aburrida la noche, quizás y hasta podría llegar a divertirme unos minutos escuchando sus historias de amor frustradas.

Para que el barman dejara de verme un poco -porque evidentemente molestaba- hice un gesto con la mano, provocando que el caballito de tequila se volcara, callera al piso y se hiciera añicos. Puse cara de "oh, lo lamento tanto", entonce el chico fué por una jerga y sus utencilios de limpieza. Ahora si podría respirar a gusto.
La chica iba directo al punto. Si el casino nuevo era tan bueno, ¿qué hacía yo en el antigüo? Sonreí.
- Como dije, me trae viejos recuerdos de un amor que se dió y desvaneció tan rápido como el polvo en el aire.-
suspiré dejando que las ideas llegaran a mi. Casi siempre dejaba mi historia a medias, a ver que pasaba esta vez.
- Y no, no me gusta el el barman me quiera joder en cuanto pueda. Es por eso que le he dado una actividad...-
le dije guiñándole el ojo. Si, había confesado que tirar mi bebida no era una torpeza, pero eso le daba un toque de experiencia a mi "personaje" del día de hoy.

¿Telefonista? No, eso si no se lo creía. Estaba demasiado bien ejercitaba para sólo tener un trabajo tan simple como el de telefonista.
- Supongo que estar llamando a gente que te cuelga en cuanto te escucha ha de ser agotador. Que bueno que soy entrenadora personal. Eso siempre deja una buena monta monetaria, tiempo libre en las tardes para clases extra en algún gimnasio y las noches de viernes completamente libres también para despejar la mente de tanta gente preocupada por su figura.- reí - gracias al Universo que mi metablismo no me hace engordar.-